Con experiencia pastoral como cura villero, a partir de sus años como sacerdote en la villa La Cava, y un trabajo sostenido en contextos de fuertes crisis sociales, el nuevo arzobispo de Buenos Aires, Jorge Ignacio García Cuerva, se identifica con el pensamiento de “una Iglesia pobre para los pobres”, la línea que marcó Francisco a los pocos días de iniciar su pontificado.